lunes, 16 de junio de 2008

Bienvenidos!!

Hola a todos. Hoy nace este pequeño rincón donde poder consultar algunos de los sitios que visito cuando realizo uno de los deportes que practico y más me gustan: el senderismo. Aunque cuando se dedica más de un día se le suele llamar también trekking. En su origen, el trekking se refería a las marchas que los alpinistas realizaban para llegar a los campamentos base en las expediciones del Himalaya.

Espero que os guste y os animéis a realizarlo también.

La Maroma. Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama

Subir a La Maroma (2.065 metros) por la cara norte, ha sido mi primer gran reto desde que comencé con el senderismo. Fue una de las experiencias más gratificantes y emocionantes que he tenido en plena naturaleza. Puro compañerismo en la montaña gracias a Raquel y Jordi, los dos compañeros con los que realicé la ruta..

Emocionarme al hacer cumbre, era algo que nunca creí que me podía pasar, pero así fue. La ruta fue nocturna, y eso la hizo más especial aún.

La comenzamos sobre las 19h del sábado.




Ya desde el principo de la ruta, las vistas eran impresionantes.



Atrás dejábamos las vistas del Veleta que todavía tenía un poco de nieve a mediados de junio.





Pronto el sendero se estrecha y había que andar con mucho cuidado.


Cuando se nos hizo de noche, usábamos los frontales para iluminarnos pero debido a que
las señales del sendero ya no las localizábamos tan bien, sobre las 22:30 decidimos pasar la noche en un llano,
junto a unos árboles, comer algo y descansar para hacer cumbre antes de que amaneciera.
Ese era el objetivo, hacer cumbre y ver amanecer a 2065 metros de altitud.




Descansamos algo , aunque un grupo de cabras se empeñó en visitarnos. No me funcionó
eso de contar cabras para quedarme dormido...

A las 5:30 de la mañana nos levantamos, recogimos un poco y decidimos subir solo
con agua, para no llevar tanto peso, ya que la pendiente se las traía.


Ya estaba amaneciendo pero nos quedaba muy poco para la cumbre.






Por fín y justo a tiempo, vemos a lo lejos el pundo geodésico. Nos encontramos
con un grupo de gente que la habían subido por la otra cara.
Fue muy emocionante y las vistas que teníamos delante de nosotros mereció la pena
todo el esfuerzo realizado. La sombra de la Maroma.


Descansamos un rato en la cima y sobre las 9:30 decidimos regresar.


Aquí fue donde descansamos la noche anterior. Recogemos las cosas y hacemos el camino
de vuelta.



Una ruta chulísima aunque en pleno invierno puede ser bastante peligrosa por la nieve.